Ecoherencia está formada por jóvenes emprendedores y profesionales del medio ambiente especializados en restauración ecológica, agroecología y educación ambiental. “La custodia del territorio es la referencia donde queremos enmarcar nuestras iniciativas. Estamos estableciendo acuerdos con propietarios privados y también con ayuntamientos. Ya son cuatro años los que llevamos funcionando juntos” afirma Patricia García.
Según puede leerse en la web de la cooperativa, “eco” significa hogar, casa; hogar representa al individuo, grupo de personas o el lugar donde viven. Ecoherencia apunta a todos esos niveles de casa e invita a que las preservemos, promoviendo el uso coherente para que las futuras generaciones y nosotros mismos el día de mañana podamos heredar el patrimonio natural, yendo más allá del concepto de sostenbiidad.
Según Patricia “contemplamos cada proyecto como una oportunidad para dejar el mundo en mejores condiciones. Partimos desde una comprensión ecosistémica para aportar soluciones específicas a cada situación. Apostamos por la comunidad y las relaciones personales, utilizando metodologías participativas e innovadoras, fomentando el trabajo colaborativo y la creación de redes de apoyo e intercambio de experiencias. Desde que conocí la custodia del territorio me enamoré de esta herramienta de trabajo para la conservación de la naturaleza”.