La custodia del territorio, como estrategia de conservación, se conoce por su aplicación a terrenos de titularidad privada, pero también se puede emplear en espacios de titularidad pública, como son en el caso del dominio público hidráulico o marítimo terrestre.
En el caso de la Custodia Marina, la norma general es que no existe propiedad privada. Sin embargo, ello no impide la aplicación de esta herramienta de conservación. En un reciente artículo elaborado por el equipo de la Plataforma de Custodia y publicado en el número de abril de la revista Ecotimes de Ambientum, se introduce la custodia marina ejemplificándola con una serie de acuerdos llevados a cabo por la Fundación Naturaleza y Hombre en las Marismas de Alday (Cantabria).
Continuando su tarea de apoyo estratégico a la custodia del territorio como instrumento de gestión concertada, la Fundación Biodiversidad lidera el proyecto ENPI Conservación de ecosistemas y pesquerías artesanales sostenibles en la cuenca Mediterránea (ECOSAFIMED) que se enmarca en el Programa Europeo ENPI Cuenca Mediterránea (ENPI CBC MED 2007-2013).
Este proyecto tiene por objetivo contribuir a la implementación de la Directiva Marina Europea en la cuenca Mediterránea (2008/56/EC). Para ello pretende promover prácticas de pesca responsable e incentivar la comunicación entre la comunidad científica y el sector pesquero artesanal con el fin de contribuir a la conservación de los ecosistemas marinos y comunidades bentónicas. Asimismo, pretende elaborar recomendaciones de gestión para las pesquerías artesanales en el Mediterráneo.
Entre las acciones previstas, se identificarán aquellas áreas con baja presión de arrastre en las que faenan pesquerías artesanales en España, Italia y Túnez. Una vez delimitadas, se evaluará el impacto de estas pesquerías sobre los ecosistemas del fondo marino. A partir de los resultados, se prepararán unas recomendaciones consensuadas con el sector pesquero que permitan compatibilizar la pesca artesanal y la conservación de las comunidades bentónicas. El proyecto tiene prevista la detección de áreas de alto valor ecológico para su conservación y protección y para ello se contempla una serie de acciones específicas en materia de custodia marina.
En el proyecto están implicados actores y agentes de España, Italia y Túnez. Dio comienzo en febrero de este año y se extenderá hasta diciembre del 2015. La Fundación Biodiversidad es la entidad que lo coordina y cuenta como socios con el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), el Departamento de Ciencias de la Tierra, el Ambiente y de la Vida de la Universidad de Génova y El Instituto Nacional de Ciencias Marinas de Túnez. El proyecto cuenta con una financiación total de 1.915.883,30 €, de la cual 1.569.235,79 € son a cargo del programa ENPI (81,90%).
Dada la naturaleza propia de la custodia, su utilización en el proyecto está pensada para que los principales resultados alcanzados durante el mismo se mantengan a largo plazo. De este modo, se espera firmar acuerdos de custodia marina, trasmitir los resultados a los actores implicados y realizar trabajo en red. Para ello se está desarrollando un programa formativo en materia de custodia marina para los socios que consiste, básicamente, en la elaboración de un manual práctico introductorio sobre custodia marina y una serie de sesiones formativas con los socios que empezará este mismo mes de abril y se mantendrá a lo largo del proyecto en varias sesiones, desayunos de trabajo y trabajo en red. La formación está pensada para que los socios estén capacitados para formar e impulsar la custodia marina en sus respectivos países y ámbitos de actuación. Como resultado final, se espera la formalización de, al menos, cinco acuerdos de custodia marina entre agentes con titularidad de derechos y usuarios del medio marino con entidades de custodia de los respectivos países. Para finalizar, destacar que las recomendaciones técnico-científicas elaboradas durante el proyecto serán recogidas y comunicadas a través del programa de custodia marina del proyecto. De este modo se espera que la custodia marina favorezca la conservación y desarrollo futuro de los hábitat y ecosistemas mediterráneos, así como el de las comunidades locales dónde se desarrollen los acuerdos de conservación marina alcanzados en este proyecto de cooperación y buena vecindad europeo.
Otro ejemplo que merece la pena resaltar, es la iniciativa liderada por Submon. Esta entidad que actualmente coordina el grupo de trabajo de custodia marina de la red catalana de custodia del territorio (xct), se encuentra desde 2009 impulsando una serie de acuerdos de custodia marina en la costa de Cataluña. Concretamente, frente a las comarcas del Meresme, La Selva y el Barcelonés. El espacio comprende unas 230.000 ha del área marina Cañones del Meresme, hábitat prioritario de 4 de las 8 especies de cetáceos que regularmente habitan en el mar Mediterráneo. Se compone de dos hábitats principales, la zona costera y la de cañones submarinos. El área de cañones marinos fue propuesta el año 2002 como Zona especialmente protegida de importancia para el Mar Mediterráneo (ZEPIM). La zona entre los cañones y la costa, espacio ya incluido en Red Natura 2000, se caracteriza por la presencia de praderas de posidonia oceánica y de delfín mular, especie recogida en el anexo II de la Directiva Hábitats. Debido a que el área se encuentra dentro del ámbito de incidencia de las comarcas más pobladas de Cataluña, y que se encuentra sometida a varios impactos, son de especial relevancia los resultados alcanzados en el marco de los acuerdos existentes.
Los acuerdos involucran a varios actores, desde la administración autonómica (Generalitat de Catalunya) hasta el sector privado (pesquero, náutico y turístico), pasando por las entidades locales (ayuntamientos). Actualmente, Submon mantiene una colaboración estrecha con el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya para consolidar el proyecto. Aquí, es oportuno recalcar que la consecución de este tipo de acuerdos lleva mucho tiempo, normalmente, debido al régimen jurídico-administrativo de las aguas costeras, marítimas y oceánicas, así como por el elevado número de agentes involucrados.
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