El tejo de San Cristóbal de Valdueza en Ponferrada, el ciprés de la Anunciada en Villafranca del Bierzo, la encina Terrona en Extremadura (ver imagen), las sabinas Las Blancas en Valencia, son algunos de los árboles monumentales más emblemáticos de nuestro país, en cuya conservación ha intervenido Moya, muchas veces en colaboración con entidades de custodia del territorio como A Morteira. “Los árboles más ancianos y respetados de nuestros pueblos siguen gozando de un gran reconocimiento popular a nivel local y pueden jugar un papel esencial en nuestro futuro y prosperidad. Sin embargo, a lo largo de los últimos cien años han desaparecido el 80 % de los árboles monumentales en nuestro país”, explica Bernabé.
La herramienta “Ordenanza Municipal de Protección de Arbolado Monumental de Interés Local” aprovecha que las corporaciones locales disponen de la capacidad y competencia legal, a través de la ley Reguladora de las Bases de Régimen Local, para establecer normativas municipales que permiten proteger cuantos árboles monumentales y paisajes de interés local considere oportuno. La ordenanza, aprobada ya en decenas de municipios de toda la geografía española, incluye de forma específica los mecanismos para la creación de un Consejo Asesor, desde el que se regula la participación ciudadana para la aplicación de la misma. En el marco de la ordenanza cada municipio realiza un inventario, siempre abierto y revisable, donde se protegen legalmente los árboles propuestos por los vecinos y se lleva un control participado de su gestión y necesidades de conservación y uso”, comenta.
Para Moya “los soutos de castaños, los olivos milenarios, los tejos junto a las ermitas, los corpulentos olmos de las plazas, los robles, encinas y otros árboles de Concejo y los bosques maduros , en definitiva, los árboles con nombre propio no solo son colecciones exclusivas de valor cultural y social incalculable. También son auténticos reservorios de biodiversidad y centros neurálgicos de resiliencia para los ecosistemas. Además su conservación resuena con los fundamentos políticos establecidos en la Estrategia 2020 de la UE, que pasan por valorar plenamente el potencial que ofrece la naturaleza contribuyendo a establecer una economía más eficiente en el uso sostenible de los recursos naturales”.
El principio es proteger, custodiar y salvaguardar los árboles monumentales desde la propia raíz, desde la voluntad de los vecinos de cada uno de los pueblos de nuestro país y de Europa. “La aplicación de la ordenanza ofrece una escuela de participación y de gobernanza para la conservación de lo más inmediato y entrañable. ¿Cómo vamos a afrontar la defensa de la biodiversidad del planeta si antes no articulamos fórmulas ágiles para atender y cuidar a nuestros ancianos?, concluye.
Ciprés de la Anunciada, Villafranca del Bierzo. Acuarela de Fernando Fueyo
Aquí Modelo de Ordenanza Municipal de Protección de Arbolado Monumental de Interés Local.
Aquí Ayto. de Ponferrada. Aplicada la Ordenanza Municipal de Protección de Arbolado Monumental de Interés Local
Aquí libro «Monumental Trees and Mature Forest. Threatened in the Mediterranean Landcapes».
Aquí Manual de Buenas Prácticas. Árboles singulares: protección, cuidado y divulgación.
Aquí (1 y 2 ) Manual de Buenas Prácticas para Tejos Cultos y otros árboles urbanos.
Aquí Poster Tejos Cultos.
Aquí Póster Patrimonio Vivo. Árboles singulares.
Aquí Ley de Patrimonio Arbóreo Monumental de la Comunidad Valenciana, ejemplo más destacado en su género.