Desde algunos municipios y entidades del tercer sector ambiental ha surgido la iniciativa de destinar una parte del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de los ayuntamientos a proyectos de conservación de la naturaleza. Se trata de una herramienta de financiación para impulsar actuaciones que permitan gestionar espacios de alto valor natural en el ámbito municipal y mejorar así su estado de conservación, especialmente aquellos que forman parte de la Red Natura 2000.
Maçanet de la Selva, uno de los municipios pioneros, canalizó el 0,5% del IBI a actuaciones de conservación de la naturaleza a través de la Fundació Emys en 2015. Desde entonces se han sumado otros municipios y la Xarxa per a la Conservació de la Natura (XCN)ha impulsado campañas para extender esta iniciativa a otras poblaciones.
Ander Achotegui, director de la Fundació Emys y secretario de la Xarxa per a la Conservació de la Natura (XCN), nos cuenta que la respuesta ha sido positiva. “Primero sorprende, pero enseguida se comprende cuál es el objetivo de la medida, su utilidad y las posibilidades que abre”, explica. Una de las claves de la buena acogida es que el IBI es un impuesto directamente vinculado a la transformación del suelo y su uso. “Imputar una pequeña parte de un impuesto como el IBI era idóneo para asegurar una partida anual para tareas de mejora y mantenimiento del medio natural en el ámbito municipal”, destaca.
Gracias a estos fondos, desde la Fundació Emys han canalizado diversas iniciativas. Su director señala que el proyecto más habitual y recomendado al inicio es elaborar un estudio sobre los espacios naturales dentro del término municipal, “para entender cuáles son los principales valores ambientales del municipio y en qué estado se encuentran y comprender así las acciones a realizar y priorizar”.
Otro uso habitual de esta iniciativa, especialmente en ayuntamientos pequeños o con un IBI reducido, es utilizar estos recursos para contratar la redacción de convocatorias de ayudas, con lo que “se consigue un efecto multiplicador”, destaca Achotegui. Esta iniciativa, además, ha permitido mantener algunos espacios naturales emblemáticos de los municipios, crear puntos de información e interpretación en esos lugares o acceder a subvenciones mayores para restaurar espacios naturales más grandes o complejos.
El director de la Fundació Emys subraya que no necesariamente hay que dedicar el 0,5% del impuesto. “Hay algunos ayuntamientos pequeños que han llegado a dedicar el 2%, mientras otros más grandes dedican un 0,3%, por ejemplo”, añade.
Asesoramiento técnico y jurídico
La XCN tiene como objetivo promover la conservación de la naturaleza mediante herramientas tales como el voluntariado ambiental y la implicación social. Su directora, Sandra Carrera, destaca que “dentro de estas palancas de conservación, la custodia del territorio es una herramienta clave y de gran utilidad para poder implicar a los propietarios motivados en la conservación del patrimonio natural y de la biodiversidad presentes en sus fincas”.
Desde la XCN se ofrece asesoramiento técnico y jurídico a las entidades que quieren promover esta iniciativa en su territorio. Además, han llevado a cabo varias sesiones divulgativas, virtuales y presenciales, dirigidas a entidades ambientales y a personal de las administraciones locales para dar a conocer esta iniciativa y explicar los mecanismos técnicos y jurídicos necesarios para poder implementarla. “También estamos disponibles para asesorar a entidades e instituciones de otras comunidades autónomas que se planteen poner en marcha una campaña semejante del 0,5% del IBI” Concluye la directora de la XCN, Sandra Carrera.
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