El extremo más occidental de la cordillera Cantábrica, donde Asturias, Lugo y León convergen, es el escenario de ‘El País de Abeyeiro’, un proyecto integral en torno a la cultura de la miel que supone un salto cualitativo en la trayectoria del apicultor y naturalista Alberto Uría, colaborador en proyectos de varias entidades de custodia del territorio como son la Fundación Oso Pardo, la Asociación de Ciencias Ambientales y el Foro Asturias Sostenible. El pintor Fernando Fueyo y los científicos Bernabé Moya y Juan Luis Arsuaga también están implicados en esta iniciativa que, entre otros objetivos, busca el reconocimiento de los usos tradicionales del territorio, la preservación de la biodiversidad y la lucha contra los incendios forestales.
Alberto Uría es un veterano en la custodia del territorio y en el emprendimiento rural comprometido con la conservación de la biodiversidad en el área de la cordillera Cantábrica más extrema, no solo por su distal posición geográfica sino por la coexistencia de grandes contrastes. Allí lo excelso y lo más triste se dan cita de forma dramática. Bosques primarios como los de la Reserva de la Biosfera de Muniellos, refugio de urogallos y osos, comparten escenario con incendios recurrentes y pavorosos, a la vez que una cultura local tradicional -tan rica como diversa- corre el riesgo de perderse bajo el manto del olvido que extiende un despoblamiento rural acelerado en los últimos años.
“’El País del Abeyeiro’ es un proyecto integral y a largo plazo, que incluye la creación de un espacio con el mismo nombre dedicado a las abejas y a la miel que se pondrá en funcionamiento antes de finalizar 2018, un bastión desde el que empezar a recuperar la cultura ligada a estos polinizadores y a su paisaje. "En breve podré realizar allí parte de mis labores de apicultor allí, en la aldea de Pena da Nogueira -municipio de Negueira de Muñiz (Lugo)-, pero será un lugar de trabajo visitable, un punto de encuentro para aquellas personas que aman y defienden a las abejas y un centro de formación al que podrán acudir todos aquellos que estén interesados en temas tan diversos como pueden ser la pintura o la entomología, la naturaleza, la botánica, las tradiciones o el paisaje a lo largo de las estaciones, un lugar donde la custodia del territorio será un concepto que servirá para explicar cómo sí es posible articular voluntades de diferente origen para un fin común beneficioso para todos”, explica Alberto Uría.
De hecho esta iniciativa está diseñada desde sus orígenes para la participación. Uno de sus cimientos se ancla en un cortín -refugio de colmenas tradicional para defenderse del oso- reconstruido y puesto en funcionamiento en Ibias dentro del marco del proyecto LIFE + Urogallo cantábrico a través de un proyecto de custodia del territorio, junto a la Asociación de Ciencias Ambientales, el Foro Asturias Sostenible y el establecimiento del Rincón Cunqueiru.
“Fueron muchas manos de voluntarios las que cargaron piedras para ayudarnos a reconstruir este emblema de la cultura tradicional tan favorable para la biodiversidad, pero tan simbólicamente abandonado. Aquella experiencia de custodia, que sigue viva hoy, cuatro años más tarde, nos ha servido de refuerzo y estímulo para lanzar ahora otra llamada para la colaboración. Se trata de una campaña de micromecenazgo o crowfunding para editar un libro titulado “El País del Abeyeiro”, que será ilustrado por un artista fuera de serie, el maestro Fernando Fueyo, de larga trayectoria en su compromiso con la conservación de la naturaleza”, comenta Alberto Uría. Los científicos Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca, y el botánico Bernabé Moya, experto en árboles y bosques monumentales, escribirán los prólogos de la publicación cuyo texto principal está redactado por el propio Uría”, comenta Alberto.
Con la edición del libro se pretende“favorecer el conocimiento y difusión de los valores apícolas y culturales de la zona, así como potenciar el desarrollo sostenible y luchar contra el abandono, la despoblación rural y los riesgos ambientales, como son los incendios forestales, la erosión y la lucha contra las especies exóticas invasoras”, puntualiza. Otros objetivos de la publicación son “la recuperación de los usos tradicionales y la preservación de la biodiversidad de especies, hábitats y las costumbres locales. Una iniciativa con la que promocionar el territorio y su desarrollo económico”.
Con la obra se pretende dar una visión global del paisaje para que el lector vuelva a pensar en él y a recordar todos los motivos que tiene para quererlo y defenderlo. “Las abejas, el paisaje en el que viven y la miel que en él hacen son los protagonistas de nuestra historia. Los que se unan a la iniciativa también podrán recibir uno de los tarros de miel de obtenidos en el cortín restaurado con el proyecto de custodia del territorio. Se trata de una edición limitada y numerada de 500 tarros, cuyos beneficios íntegros van destinados a seguir restaurando cortinos de abejas”, concluye.
Campaña de micromecenazgo para el libro El País del Abeyeiro