La Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad (Ley 42/2007) incluye entre sus definiciones la de geodiversidad, entendida como “la variedad de elementos geológicos, incluidos rocas, minerales, fósiles, suelos, formas del relieve, formaciones y unidades geológicas y paisajes que son el producto y registro de la evolución de la Tierra”.
El litoral cántabro de Costa Quebrada está incluido en el IELIG (Inventario Español de Lugares de Interés Geológico), así como en la Red Natura 2000 como ZEC (Zona de Especial Conservación) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), además de estar ubicado en el Parque Natural de las Dunas de Liencres y Costa Quebrada.
Gustavo Gutiérrez es ambientólogo y, además de la coordinación general, se encarga de las áreas de divulgación y comunicación del Parque Geológico de Costa Quebrada.
“Costa Quebrada es un escenario privilegiado en el que la geología es para todo el mundo. Aquí la naturaleza se expresa de una forma tan elocuente que los procesos geológicos, la génesis de las formas del relieve, la historia erosiva y el conjunto estratigráfico y paleontológico permiten comprender, de forma sencilla la evolución del planeta a lo largo del tiempo. Podemos recrear los ambientes del pasado desde hace unos 200 millones de años, comprender los procesos geológicos que intervienen en la génesis de este paisaje e interpretar la secuencia de labrado del litoral por el oleaje”, destaca Gustavo de Costa Quebrada.
“Un reguero extremadamente completo y muy atractivo de formas litorales, que se extienden a lo largo de unos 20 km de costa”, añade.
Como organización Costa Quebrada nace a raíz de la catástrofe del Prestige.
“El origen radica en la marea negra del Prestige. En ese momento la tragedia ambiental aglutina a un colectivo dispar y amplio de personas preocupadas por el estado de este tramo costero y su futuro, incluyendo voluntarios de los trabajos de limpieza, usuarios de las numerosas playas, vecinos y miembros de la sociedad organizada.
Las primeras acciones son actos de protesta y visibilización para reclamar la limpieza efectiva y la dotación de recursos para las labores de limpieza. Ya desde entonces la creatividad y la innovación juegan papeles muy relevantes”, comenta.
“Una vez van remitiendo los efectos de la marea negra afloran otros problemas ambientales que, a diferencia del vertido, venían para quedarse. Estamos hablando de la dinámica urbanística de los años de la burbuja, que ya estaba desfigurando un litoral absolutamente apabullante.El problema de fondo, sin embargo, era la falta de interés en la conservación de este tramo costero que, a nuestro juicio, procedía de la falta de identidad. La denominación de Costa Quebrada, acuñada por Jesús Mojas en los años 70 del pasado siglo, de alguna forma le da a esta costa esa identidad, le concede el alma”, explica Gustavo.
A partir de ese momento la organización emprende acciones enfocadas a estimular los vínculos entre población, local o visitante, y el territorio. “Elaboramos paneles informativos, folletos, documentales, ponemos en marcha acciones de voluntariado, numerosas actividades divulgativas, carteles publicitarios de carretera, programa didáctico…”, enumera.
En 2015 presentaron la candidatura de Costa Quebrada a Parque Geológico, “una figura sin carácter legal, que sirve para la conservación en el Parque Natural de las Dunas de Liencres y Costa Quebrada, y que recoge, sistematiza y articula todas las acciones previamente emprendidas en un desarrollo estratégico y progresivo, y que respaldan las administraciones locales y autonómicas competentes”.
Los problemas de conservación en Costa Quebrada vienen derivados de la alta densidad poblacional de la zona, unida a una afluencia playera notable en época estival y a un intenso uso deportivo y recreativo. “Los elementos de la geodiversidad se encuentran mayoritariamente en el dominio público marítimo-terrestre y son, generalmente poco vulnerables, con la excepción de las dunas. Sin embargo el paisaje sí que es vulnerable, y son los procesos erosivos relacionados con esos usos y con el acceso incontrolado de vehículos la principal debilidad en este momento”, concreta Gustavo.
En cuanto a cómo se apoyan en la custodia del territorio para conservar la zona, Gustavo insiste en la importancia de esta herramienta de conservación. “La custodia es para nosotros una herramienta fundamental en su acepción más clásica. Nos permite, por ejemplo, abordar la conservación de las pequeñas dunas que se asentaban al fondo de reducidas playas confinadas por acantilados, a las que la administración estatal no alcanza debido a su pequeña extensión, y que hemos recuperado en los últimos años”.
También destaca otras aplicaciones menos habituales de la custodia del territorio. “Mediante acuerdos con propietarios estamos garantizando la accesibilidad a elementos patrimoniales muy valiosos y la continuidad peatonal de la senda litoral en tramos en los que la rápida erosión ha desmantelado la servidumbre de tránsito. La lenta erosión es aquí más rápida que la capacidad de reacción de la Administración para actualizar el deslinde y ajustarlo a la realidad de un litoral cambiante. Estos acuerdos de custodia nos permiten mantener la accesibilidad pública al recurso geodidáctico, que es uno de los parámetros relevantes para la valoración objetiva establecida en el IELIG (Inventario Español de Lugares de Interés Geológico). La custodia del territorio se ha revelado aquí como la herramienta idónea para sortear las numerosas trabas burocráticas y seguir permitiendo el uso público del sendero litoral. El terreno custodiado, además de verse beneficiado por medidas de mejora ambiental, favorece el uso público racional, no solamente en torno al elemento puntual, sino en el conjunto del espacio”.
El patrimonio geológico puede verse muy beneficiado por esta estrategia de conservación. Como explica Gustavo,
“la custodia del territrio es una herramienta absolutamente fundamental que se emplea menos de lo que podría y que tiene muchas ventajas con respecto a otros instrumentos de conservación, siendo las más importantes, desde nuestro punto de vista, la versatilidad y la implicación más o menos directa de propietarios en la conservación. Además, en un sistema de declaración de Espacios Protegidos como el español, en el que la titularidad de los terrenos en los que se establecen los ENP es particular, la custodia es un complemento ideal –comenta–.Por otro lado muchos elementos de interés se encuentran en terrenos privados o de titularidad municipal y no es posible (o incluso deseable, en algunos casos) su inclusión en un Espacio Protegido. En proyectos de voluntariado para la geoconservación como en el caso del proyecto “Apadrina una roca” del IGME, la custodia podría constituirse en herramienta imprescindible”.
Gustavo destaca la importancia de la celebración de Geolodía y la creación de nuevos geoparques para “visibilizar ante la sociedad la importancia y relevancia de los elementos ‘inertes’ de la gea en el conocimiento del funcionamiento del planeta, la evolución de la fracción biológica que se desarrolla y deambula por la superficie del mismo, y, sobre todo, para anticiparnos al futuro en un escenario de cambio global como el actual”.
“La labor divulgativa de los Geolodías ha obtenido resultados de participación sorprendentes, y son la clara muestra de que estos asuntos tienen interés para la ciudadanía, posiblemente debido a que permiten dar respuesta a cuestionamientos profundos acerca del mundo en que vivimos de una forma novedosa para el profano –puntualiza– En un contexto en el que la divulgación de la cobertura biológica de la Tierra está muy desarrollada y atrae a muchísima gente, la divulgación geológica ha irrumpido con fuerza”.
En cuanto a los Geoparques UNESCO destaca que “son una iniciativa excelente que permite un desarrollo basado en los elementos geológicos de un territorio. Aunque en nuestro caso, y por razones de diversa índole, no está del todo claro que la figura sea conveniente, y de de ahí que optáramos por un reconocimiento más “doméstico”,como es el de Parque Geológico, no dejamos de aplaudir la incorporación de nuevos espacios a la red mundial, ya que ello contribuye a una mayor variedad que permite a la sociedad conocer las múltiples facetas de la geodiversidad”, dice.
En cuanto a los retos de futuro de Costa Quebrada Parque Geológico, en palabras de su coordinador general, “el reto principal es poder continuar afianzando las líneas estratégicas que llevan guiándonos (con correcciones y reajustes puntuales) desde 2015. A estas alturas estamos convencidos de que son acertadas, y solamente necesitan ser nutridas y mejoradas con recursos y trabajo cuidadoso. Esta es una carrera de fondo”, concluye.
Recursos
Parque Geológico Costa Quebrada
Geodiversidad: concepto y relación con el patrimonio geológico
Patrimonio Geológico y Geoparques, avances de un camino para todos (2015)
