La vieja costumbre de plantar tejos junto a las ermitas o de construir estas junto a aquellos está arraigada en todo el arco atlántico europeo desde tiempo inmemorial. Una tradición que se vincula al poderoso carácter simbólico que tiene esta longeva especie arbórea para los celtas y otros pueblos. Aún reverbera en los rincones más umbríos de la Tebaida berciana, del bosque primigenio, esta mitología del tejo: árbol sagrado que conecta a los vivos con los muertos y la eternidad.
Uno de los ejemplos más destacados de tejo de ermita que existe en España está en Ponferrada, concretamente en una de las 17 Juntas Vecinales que tiene el municipio. Se trata del Tejo Milenario de San Cristóbal de Valdueza, ubicado junto a la ermita y el cementerio. Su presencia imponente hace del silencio reverencial la instintiva respuesta cuando se tiene la fortuna de estar junto a él. La ermita se asocia al cercano e influyente Monasterio de San Pedro de Montes, fundado por San Fructuoso hacia el año 635.
A Morteira es una organización conservacionista que focaliza gran parte de su trabajo voluntario en la protección de árboles monumentales y bosques autóctonos de la comarca del Bierzo ,como ya relató en estas páginas su actual presidente Toño Nespral.
Para el presidente de la pedanía, Luis Álvarez, “el trabajo que ha realizado A Morteira a los largo de este tiempo para proteger el tejo milenario y todo su entorno es algo encomiable que me llena de emoción; estamos muy agradecidos y por eso hemos querido renovar dicho acuerdo otros 10 años más”.
Gracias al Plan de Acción para la Conservación del Tejo Milenario se ha conseguido restaurar la espadaña de la ermita, y se ha protegido el sistema radicular del árbol, limitando drásticamente las agresiones que sufría por visitas masivas, obras cercanas e incluso aparcamientos de vehículos bajo su copa. Además se le viene dando un delicado tratamiento con materia orgánica, lo que favorece el desarrollo de las raíces y su protección. Para el experto en conservación de árboles monumentales, Bernabé Moya, se trata del acuerdo canónico de custodia del territorio aplicado a un árbol monumental en España.
“Hemos querido hacer esta celebración para que todos los vecinos y otras gentes del entorno seamos conscientes del enorme valor que tiene esta joya y cómo debemos cuidarla, porque, a veces, los que vivimos más cerca no nos damos cuenta. Mucha gente está confundida respecto a lo que puede aportar una organización ecologista como A Morteira. Es una colaboración muy valiosa, yo se la recomendaría a cualquiera que desee conservar su patrimonio”, afirma Luis.
Aquí el vídeo de la entrevista a Luis Álvarez.
Aquí El libro «Patrimonio secreto. Cultura y biodiversidad del tejo en la cuenca del Sil» (A Morteira 2012)