La principal causa del alarmante declive que el Mochuelo Europeo está sufriendo en toda Europa, así como en España (reducción del 40% en 15 años) es el cambio en los usos del territorio, fundamentalmente en la homogenización del hábitat que conlleva la intensificación de la agricultura.

La iniciativa de carácter demostrativo “Un mochuelo en cada olivo” que está desarrollando Brinzal tiene como objetivo principal contribuir a la mejora del estado de las poblaciones ibéricas de Mochuelo Europeo. Para ello, en una zona concreta del sureste madrileño esta entidad está llevando a cabo una serie de actuaciones con el propósito de recuperar los elementos físicos que propician ambientes idóneos para esta especie, fomentando además un uso sostenible de estos ecosistemas.

El proyecto nace bajo la convicción de que es fundamental implicar en este objetivo a los propietarios o usuarios de los terrenos favorables a la presencia de mochuelo, ofreciéndoles la posibilidad de obtener beneficios tangibles (como la disminución del coste de gestión del terreno; el patrocinio y promoción de un producto generado a partir del uso sostenible del territorio; o el aumento de rentabilidad por el fomento de otras actividades económicas). Como consecuencia se espera conseguir que la población local tenga una actitud amigable hacia el mochuelo y la adopción de las diferentes medidas de gestión previstas en el proyecto.

Las actividades que contempla esta iniciativa son: 

  • Gestión adecuada del hábitat y su aprovechamiento ende un área de al menos 100 hectáreas, para acomodarla a las necesidades del mochuelo

De común acuerdo con los propietarios de terrenos, que en la zona objeto del proyecto están destinados básicamente a agricultura (cereal de secano, olivos, viñedos y huertas), se pretende fomentar el uso de sistemas de aprovechamiento adecuados o mejorar el hábitat con el fin de incrementar su capacidad de albergar mochuelos.

El objetivo del manejo del hábitat es por un lado favorecer la disponibilidad de lugares en los que nidificar y por otro garantizar la presencia de presas (fundamentalmente invertebrados) y el acceso a ellas, dado que la ausencia de ambos es el mayor factor limitante para la especie. Las medidas a aplicar son variadas: creación y mejora de linderos, crear mosaicos de vegetación, limitar la altura de la vegetación, instalación de postes o majanos de piedra desde los que cazar, limitación del uso de fitosanitarios (herbicidas, insecticidas, etc.)…
Siguiendo fórmulas similares a las utilizadas en otros proyectos de custodia del territorio, para que la gestión resulte exitosa el propietario o gestor no debe ver reducidos sus beneficios, si no al contrario: dicha gestión debe incrementar la renta extraída del terreno o su valor, o al menos reducir costes de mantenimiento.

  • Habilitación de los lugares de nidificación de la especie

Por detrás de la calidad del hábitat, el principal factor limitante en el mochuelo es la falta de lugares de nidificación. La pérdida de arboledas maduras o ejemplares aislados de especies que mantienen huecos, la desaparición de majanos, casas de labor o muros de piedra han limitado la disponibilidad de lugares de nidificación para la especie.

Se trata en este caso de localizar los nidos utilizados por la especie en construcciones humanas para arreglar o acondicionarlos de modo que se garantice su continuidad en el tiempo. Si dichos lugares van a ser objeto de obras o cambios, se intentará que no se realicen en época “sensible”, se mantenga el nido tras las actuaciones o se provea de un lugar alternativo cercano.

Por otra parte, la instalación de nidos artificiales representa una buena opción a corto plazo. Sin embargo, la solución práctica que garantiza la existencia de oquedades naturales a medio y largo plazo pasa por llevar a cabo repoblaciones con especies adecuadas (árboles autóctonos que formen agujeros naturales). 

  • Conseguir que los propietarios de los terrenos en los que se realicen las actuaciones obtengan un beneficio: productos favorables para el Mochuelo

El objetivo de patrocinar un producto realizado bajo condiciones adecuadas al contenido del proyecto, como puede ser el aceite de oliva, es poder utilizarlo como muestra de una gestión sostenible del territorio compatible con la presencia de la especie, animando así a su implantación en otras fincas o terrenos agrícolas.

Brinzal, ha etiquetado parte de la producción de los agricultores que están colaborando con el proyecto como productos favorables para la conservación del mochuelo. Este etiquetado pretende distinguir estos productos de otros similares dotándoles de un valor añadido, dado que proceden de terrenos en los que se han realizado actuaciones de mejora del hábitat, como parte de las actividades de este proyecto. En estas fincas, los usos agrícolas son respetuosos con el medio y favorecen la conservación de esta pequeña rapaz nocturna.

Los productos favorables para el mochuelo hasta la fecha son aceite, vino, vinagre y verduras y hortalizas ecológicas, y al adquirirlos los consumidores fomentan que esta especie siga poblando nuestros campos. Estos productos cuentan con una etiqueta adherida a la botella, lata o bolsa de consumo y un pequeño díptico en el que se explica el porqué de este etiquetado. 

  • Reforzamiento de la población en un área definida

El objetivo es ensayar diferentes sistemas de liberación, no convenientemente estudiados en la especie hasta la fecha, para conseguir fijar ejemplares en un área elegida al tiempo que maximizar su supervivencia. Dependiendo de las posibilidades que ofrezca la zona, pueden llevarse a cabo sistemas de fijación de adultos, con o sin reproducción previa, permitiendo sólo la salida de jóvenes al exterior, crianza campestre tradicional, fijación de jóvenes, adopción directa, etc. Los programas de captura-recaptura permitirán evaluar la utilidad de estos sistemas. 

  • Monitorización de los beneficios obtenidos para la especie

La evaluación del grado de éxito obtenido gracias a la gestión del hábitat no puede estar basada en la presencia o reproducción de la especie, sino en el estudio de su densidad en el lugar, así como en la productividad. Se realizará comparando las cifras obtenidas de ambos parámetros en las áreas sujetas a manejo, con las de zonas adyacentes de características similares pero sin actuaciones de mejora.Para ello se utilizarán datos de captura-recaptura en la especie, anillando de modo regular, tanto pollos en nido como mochuelos volanderos (jóvenes, adultos…) en la zona sujeta a manejo.
 

La iniciativa “Un mochuelo en cada olivo” cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad a través de su Convocatoria de Ayudas 2012.
 

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